Seguramente hayas escuchado hablar de Greenwashing, Blanqueo Ecológico o Eco Lavado…pero ¿sabemos su significado?
Hace referencia al uso de afirmaciones exageradas o falsas sobre los beneficios medioambientales de un producto, servicio o empresa, engañando así a los consumidores haciéndoles creer que están apoyando prácticas ecológicas cuando puede que no sea así.
Aunque las estrategias de sostenibilidad, medición de impacto medioambiental, las prácticas ecológicas y campañas de comunicación sostenible son relativamente recientes, el término “greenwashing” existe hace más de ¡40 años!
Su primer uso remonta a 1986, cuando un ecologista estadounidense llamado Jay Westerveld lo utilizó para describir una práctica adoptada por un complejo turístico de playa en Samoa. Este complejo invitaba a los huéspedes a reutilizar las toallas de baño, con la excusa de ahorrar agua y ayudar al medio ambiente, mientras simultáneamente se expandía en el territorio local, contraviniendo sus supuestos principios de sostenibilidad.
Su definición ha ido evolucionando a lo largo del tiempo y la nueva Directiva (UE) 2024/825 del Parlamento Europeo y del Consejo, en lo que respecta al empoderamiento de los consumidores, define el greenwashing como “las prácticas comerciales desleales que inducen a error a los consumidores y les impiden tomar decisiones de consumo sostenibles, como las prácticas asociadas a la obsolescencia temprana de los bienes, las afirmaciones medioambientales engañosas («ecoimpostura»), la información engañosa sobre las características sociales de los productos o las empresas de los comerciantes, o los distintivos de sostenibilidad poco transparentes y poco creíbles.”
¿Cómo identifico el Greenwashing?
Algunas de las estrategias y técnicas más utilizadas por las empresas, tanto del sector privado como público, que hacen greenwashing son:
- Recurrir a términos como “bio”, “eco”, “100 % natural”, “verde” o similares para los eslóganes de las campañas publicitarias y el etiquetado.
- Usar un lenguaje ambiguo o confuso para hacer referencia a beneficios ambientales. Servirse de palabras o frases que difícilmente el ciudadano de a pie vaya a entender, solo un experto en la materia podría hacerlo.
- Recurrir a afirmaciones que aparentemente suenan bien, pero cuyo significado ecológico resulta cuestionable.
- Emplear imágenes sugerentes o positivas desde un punto de vista medioambiental.
- “Teñir” de verde el packaging.
- Utilizar etiquetas falsas que simulan una certificación ecológica. De este modo, se le hace creer al usuario que la marca ha superado algún proceso de certificación y cuenta con el respaldo de alguna institución u organismo oficial ajenos a la empresa.
- Publicar informes basados en datos inventados o difíciles de verificar sobre la responsabilidad social de la empresa y las acciones que está realizando para favorecer el cuidado del medio ambiente.
¡El greenwashing en acción!
Las empresas dicen «100% algodón», «embalaje sostenible» o «energía verde». Pero omiten detalles como materiales sintéticos y nocivos para el medio ambiente, que el embalaje sostenible solo es reciclable en ciertas instalaciones o que invierten en combustibles fósiles, a pesar de la energía verde que producen. Así es el greenwashing.
¿Qué deben hacer las empresas para prevenirlo?
Te compartimos 6 puntos que, según la Guía Beecom en la que Ecoavantis contribuyó, deben tener en cuenta las empresas para no caer en la trampa del Greenwashing:
- Ser veraces y precisas
Las empresas deben estar a la altura de las afirmaciones que hacen sobre sus productos, servicios, marcas y actividades. - Ser claras y sin ambigüedades
El significado que un consumidor puede deducir del mensaje de un producto y las credenciales de ese producto deben coincidir. - No omitir ni ocultar información importante
Las declaraciones no deben impedir que alguien tome una decisión con conocimiento de causa debido a la información que omiten. - Realice únicamente comparaciones justas y significativas
Los productos comparados deben satisfacer las mismas necesidades o tener la misma finalidad. - Considerar el ciclo de vida completo del producto
Al hacer la declaración, las empresas deben tener en cuenta el impacto total de un producto o servicio. Las declaraciones pueden ser engañosas cuando no reflejan el impacto global o cuando se centran en un aspecto pero no en otros. - Estar fundamentadas
Las empresas deben poder respaldar sus afirmaciones
Y… ¿qué pasa con las marcas sostenibles?
Las marcas sostenibles se enfrentan a un delicado equilibrio a la hora de transmitir su compromiso con la responsabilidad medioambiental sin caer en la trampa del greenwashing.
El uso de Ecoetiquetas es una estrategia clave y necesaria para certificar que efectivamente cumplen con los requisitos medioambientales.
Ecoetiquetas: tienen la garantía de que cumplen unos estrictos criterios ambientales previamente establecidos y que son verificados, todo ello bajo el marco de la norma ISO 14024, que establece los principios y procedimientos para desarrollar los programas de etiquetado ambiental.
¡Alerta Greenwashing!
Desde Ecoavantis tenemos las herramientas para ayudar a tu empresa a cumplir con la normativa mientras continuas comunicando tus iniciativas y logros en materia de sostenibilidad.
Nuestro servicio de “alerta greenwashing” ofrece una solución proactiva y precisa. Utilizando análisis avanzados y evaluaciones por parte de expertos en sostenibilidad, nos aseguramos de que cada mensaje que la organización emita esté fundamentado en hechos sólidos y comunicado con integridad.
Empresas líderes en el sector ya están utilizando nuestro sistema para validar sus comunicaciones, asegurando su posición como verdaderos referentes en sostenibilidad.
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