La Responsabilidad Social Corporativa está ganando cada vez más fuerza entre las empresas, logrando hacerse hueco en las estrategias empresariales, como así queda demostrado con los progresos de las empresas que ya reportan sobre los impactos ambientales y sociales derivados del desarrollo de sus actividades.
No obstante, en enero de 2017 comenzará a aplicarse la directiva europea sobre divulgación de información no financiera y diversidad que hará que sea obligatoria la comunicación de estos aspectos para las empresas de mayor impacto social, que son aquellas con más de 20 millones de euros de balance, un volumen de negocio superior a 40 millones, las de más de 500 empleados y las consideradas de interés público.
En España, habrá casi 100 empresas a las que se les exigirá la elaboración de informes de RSC. Sin embargo, muchas de estas compañías ya están reportando sobre aspectos no financieros, para las que no supondrá un esfuerzo extra. Además, se estima que en España la repercusión de esta directiva, de la cual aún no ha sido publicado el borrador de la transposición, sea leve, ya que entre los años 2000 y 2010 la tasa de crecimiento en la publicación de memorias en GRI se ha visto incrementada en un 65%, llegando a registrarse un total de 184 memorias de sostenibilidad en dicha plataforma.
Este nuevo marco regulatorio europeo en materia de transparencia pone de manifiesto la demanda por parte de la sociedad actual de una mayor transparencia de las empresas y de una gestión más afable con el mundo, en general.
En cualquier caso, la responsabilidad social reporta numerosas ventajas a las empresas, generando más rentabilidad, lanzándolas a otro tipo de mercados, más concienciados ambiental y socialmente, y atrayendo a más inversores, los cuales están poniendo cada vez más su atención en empresas sostenibles. Por ello, esta nueva legislación debe entenderse como una oportunidad para que las empresas puedan innovar en la comunicación de su gestión social, económica y ambiental, posicionarse y mejorar su competitividad.
Con todo, hay que continuar aumentando los esfuerzos para mejorar la sostenibilidad en la empresa, la transmisión de información relevante y la estrategia de comunicación empresarial. Asimismo, será necesario hacer llegar la RSC a las pymes para que sean más sostenibles y también consideren en su visión empresarial aspectos ambientales y sociales.
Alberto López/Ángela Ruiz