Entrevista a Cristóbal Duarte, Director Técnico en Ecoavantis.
– ¿Qué importancia tiene que las empresas agroalimentarias comuniquen cómo apuestan por la sostenibilidad?
Las empresas, en general, y las agroalimentarias, en particular, desde hace ya un tiempo son conscientes de que deben asumir un papel protagonista ante retos como el cambio climático, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU o el impulso de la economía circular. También han identificado las oportunidades de negocio que se abren para aquellos que adoptan un rol de liderazgo al respecto. Por tanto, son esas empresas las que utilizarán la comunicación para transmitir su visión, sus valores y sus avances a la sociedad. Y es que lo que no se comunica, puede pasar desapercibido, perdiéndose así una valiosa oportunidad para poner de manifiesto el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.
– ¿Considera que se está comunicando correctamente en este sentido por parte del sector agroalimentario?
Creo que, sin duda, se ha avanzado al respecto, aunque hay mucho camino por recorrer. A las dificultades propias de la comunicación en general, como la saturación de información, el bombardeo publicitario o el consumo rápido de mensajes, se suman las propias de la sostenibilidad (complejidad, confusión de conceptos, etc.). Y a todo esto podemos sumar la casuística propia de un sector que proporciona unos productos tan sensibles para el consumidor como son los de alimentación y bebidas.
– ¿Qué puntos clave considera que se deben tener en cuenta a la hora de comunicar la sostenibilidad?
Como regla general para la comunicación de la sostenibilidad puede funcionar la regla de las 4 C:
- Correcta. La información debe ser no engañosa y relevante.
- Comprobable. El fundamento debe ser realista, accesible y verificable.
- Clara. El lenguaje debe evitar ambigüedad.
- Consistente. El mensaje y la forma deben ser coherentes entre sí, así como con la estrategia de negocio.
Estas reglas ayudarán a evitar caer en el llamado greenwashing, el “lavado de cara” verde que, en muchas ocasiones, se realiza de forma no intencionada, simplemente por no comunicar adecuadamente.
Además, es recomendable que la comunicación sea visual, sencilla y que atraiga al destinatario, consiguiendo así un potencial mucho mayor y una repercusión más positiva. Es clave ofrecer a los usuarios la información que les interesa y adaptarla al modo de vida de la sociedad actual, el cual implica la posibilidad de acceder a una gran cantidad de información variada en un breve espacio de tiempo.
– ¿Cómo repercute esta comunicación en beneficio de las empresas?
En primer lugar, una adecuada comunicación de la sostenibilidad permite reducir la brecha que existe entre la realidad de una empresa y la percepción que se tiene de ella, lo cual es vital para construir el valor de la marca en torno a la sostenibilidad.
En segundo lugar, el segmento de consumidores concienciados con la sostenibilidad y la responsabilidad social crece de forma lenta pero imparable. Y, por si fuera poco, en gran parte se trata de un segmento con un poder adquisitivo medio/alto. Estos consumidores buscan y demandan información acerca de los productos que consumen y las empresas que los proporcionan.
En definitiva, la comunicación de la sostenibilidad presenta numerosos retos, pero también abre la puerta a nuevas y atractivas oportunidades para aquellas empresas que tengan la determinación de posicionarse como líderes en su sector.
Fuente: Redsostal.